Crece el escándalo en la causa que investiga la contratación de la “empleada fantasma” en la Legislatura. Guillermo Kraisman pidió declarar bajo la figura de “arrepentido”, el fiscal Franco Mondino lo aceptó, pero ahora el dirigente del peronismo cordobés se arrepintió.
La solicitud realizada el viernes pasado por el abogado del histórico dirigente del PJ, Javier Pafume, fue aceptada por el fiscal Mondino, quien lo citó a tribunales para el próximo miércoles 4 de junio.
En medio de esta decisión, Pafume presentó este miércoles en la fiscalía un escrito donde explica que Kraisman desistió de acogerse bajo la figura del arrepentido.
Un robo, la supuesta causa del primer pedido
El ex concejal del PJ le aseguró a su abogado que había sufrido un robo por parte de otros internos dentro de la cárcel de Bouwer, donde se encuentra alojado desde mediados de enero. En estos cuatro meses ya fue cambiado dos veces de pabellón en el complejo penitenciario.
Este presunto episodio de violencia habría sido el detonante para que Kraisman decidiera acogerse a la figura de arrepentido. El viernes pasado su abogado presentó la solicitud y este miércoles se conoció que la misma fue aceptada por el fiscal Mondino. Minutos después surgió el arrepentimiento final.
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Desde el entorno del puntero peronista sostuvieron que su idea era aportar información relevante sobre el funcionamiento del esquema investigado, que incluiría contrataciones irregulares en la Unicameral. Sin embargo, nada de esto ocurrirá finalmente.
El ex funcionario municipal está acusado de tentativa de defraudación calificada a la administración pública. El escándalo estalló cuando en enero fue a un banco a retirar dinero con un DNI de Virginia Martínez, ahora conocida como la “empleada fantasma” de la Legislatura.