A casi tres años del crimen que conmocionó a Traslasierra, el juicio por el asesinato de Santiago Aguilera llegó a su final con una condena máxima. Walter Gil, señalado como autor material del secuestro y crimen, recibió una pena a prisión perpetua.
Este martes, el Tribunal Oral Federal N°3 de Córdoba dio a conocer la sentencia. Julio César Ramírez, el otro imputado, fue condenado a 4 años de prisión por encubrimiento agravado pero fue absuelto por secuestro.
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En la última audiencia del proceso, que se desarrolló en los Tribunales Federales ubicados en barrio Cofico de la capital provincial, se escuchó primero la penúltima palabra de la familia Aguilera. Luego les dieron la posibilidad de una declaración final a los imputados pero optaron por el silencio. Finalmente llegó la deliberación de los jueces y el veredicto.
“Aparecieron estos traicioneros, cuando uno menos lo esperaba, para cambiarnos la vida y convertirla en un infierno. El daño y el dolor que nos causaron es inmenso e irreparable. Será perpetuo infinito. Movidos por codicia, nos arrancaron a nuestro hijo de nuestra propia casa, lo torturaron sin piedad, lo asesinaron y lo tiraron en un basural”, expresó entre lágrimas Carlos, el padre de Santiago.

El hombre apuntó contra los dos imputados en el marco del asesinato, pero además volvió a cuestionar al fiscal Enrique Senestrari como “responsable”.
El caso que conmocionó a Traslasierra
El hecho ocurrió entre el martes 16 y el miércoles 17 de agosto de 2022 en el paraje Chuchiras, cerca de Las Tapias. Aguilera, de 18 años, fue secuestrado y su búsqueda mantuvo en vilo a la región. Su cuerpo fue encontrado sin vida el domingo 21 de agosto en la zona de Boca del Río, en Villa Dolores.
Walter Gil fue detenido dos días después del secuestro, el 18 de agosto, mientras que Ramírez fue apresado el 26 de abril de 2023. Además, hay otros cuatro imputados cuya participación es investigada en una causa paralela y que aún no fueron juzgados. A ellos los procesaron en las últimas semanas.

Los delitos por los que se los juzgó a ambos fueron extremadamente graves: secuestro extorsivo triplemente agravado por lesiones graves, por la participación de dos o más personas y por la muerte.
Gil estuvo acusado de haber participado directamente en el secuestro y asesinato de Santiago, mientras que Ramírez fue señalado como partícipe secundario por haber manipulado el teléfono celular sustraído a la víctima.