En pleno invierno y en medio del monte cordobés, las termas de El Quicho se convierten en una maravilla. A apenas 20 kilómetros de Serrezuela, en el norte de Córdoba, este rincón natural deslumbra con su piletón de aguas termales, donde este miércoles 9 de julio muchas personas celebraron el feriado a puro relax en el agua.
Ubicado a unas dos horas y 40 minutos desde la capital, y luego de atravesar un camino de ripio en buen estado, el destino se presenta como un verdadero tesoro que brotó en 1987 cuando buscaban agua para una escuela rural. El surgente sorprendió a todos y transformó para siempre la historia del paraje y de la localidad cercana.
“Era una bañera, una represita chiquita”, recordó en Seguimos en El Doce un vecino de Cruz del Eje, mientras se sumergía con su familia en la pileta. “Yo era remisero y traía a la maestra a la escuela”, relató sobre los inicios de este atractivo natural, que fue creciendo año a año.
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El Quicho reúne los ingredientes perfectos para atraer visitantes de todo el país: aguas termales con propiedades curativas, temperaturas cálidas incluso en el crudo invierno y una vista única del monte cordobés.
“Está hermosa”, resumió una mujer que chapoteaba en el agua. Como ella, decenas de personas aprovecharon el feriado para relajarse y disfrutar de un entorno rústico y auténtico.
+ VIDEO: la visita a de Seguimos a las termas de El Quicho:

Previa del festival
Este sábado 12 de julio, el predio se llenará de música y tradición con la realización del Festival Provincial del Turismo Termal. Manuel Martín, secretario de Desarrollo Social de Serrezuela, detalló: “Se transforma todo este escenario rústico en un despliegue de arte impresionante“.
“Viene por tercera vez el festival, arranca al mediodía con el desfile de agrupaciones gauchas que llegan en procesión desde Serrezuela”, explicó el funcionario en diálogo con Seguimos.
El evento contará con la participación de artistas como Ceibo, Proyección Salamanca y la música festiva de Abigail Granillo, además de academias de danza y grupos folclóricos.