Se cumple una semana del estremecedor hallazgo de un cuerpo dentro de un ropero en el centro de Córdoba y la causa sigue envuelta en el misterio. El cadáver, en avanzado estado de descomposición, fue encontrado el sábado pasado en el departamento 3° B de Buenos Aires al 315, a solo dos cuadras de la plaza San Martín.
Estaba oculto con restos de cemento y permanece como NN. Las primeras pericias indican que es el cuerpo de una mujer aunque se esperan las conclusiones de Antropología Forense para su identificación. Allí también analizan las posibles causas de muerte.
Durante la feria judicial, la investigación está a cargo del fiscal Guillermo González, pero tras el receso quedará en manos de José Bringas. Mientras tanto se mantienen en reserva los detalles de cómo avanza la pesquisa.
Sospechas contra un expolicía
Las principales pistas apuntan a Horacio Antonio Grasso, un exefectivo de la Policía de Córdoba condenado por el homicidio de Facundo Novillo, un nene de 6 años que murió baleado en 2007 en Colonia Lola.
El homicida estaba con prisión domiciliaria en el edificio de calle Buenos Aires pero la semana pasada le revocaron ese beneficio por incumplir las condiciones impuestas y volvió a la cárcel de Bouwer. Días después de su regreso al penal se produjo el macabro hallazgo en el departamento que habitaba y que es propiedad de su hermano, Jorge Javier Grasso.
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Dos supuestos albañiles fueron a realizar una refacción al inmueble y encontraron el cadáver. Dijeron que el fuerte olor los alertó y descubrieron el horror. Sin embargo, con el correr de los días surgieron dudas e investigan si habían sido contactados con el objetivo de “limpiar” la escena, tal como se indicó en El Show del Lagarto.
En medio del espanto, vecinos del edificio describieron el clima que se vivía en el lugar como “un horror”. Relataron que Horacio Grasso se mostraba agresivo, caminaba descalzo y pedía comida y dinero. Pese a que cumplía prisión domiciliaria, aseguran que no usaba tobillera electrónica y que su presencia generaba temor.
Uno de los datos más estremecedores es el que vincula este caso con un grito desesperado que dijeron haber escuchado el 11 de febrero de 2024. “Ese día se sentían los gritos de una mujer que no sabíamos de dónde provenían”, comentó una vecina, y añadió: “Ahora nos estamos preguntando si no habrá sido esa la mujer o si era otra persona”. Creen que pudo haber sido el momento de la muerte de la persona que encontraron sin vida un año y medio después.
Hasta el momento no hay ningún imputado y continúan recolectando pruebas para intentar esclarecer el caso que causó conmoción en pleno centro de la capital.
La situación del hermano
El departamento donde se encontró el cuerpo pertenece a Jorge Javier Grasso, el hermano del expolicía condenado, quien a su vez está denunciado por acosos en un edificio de avenida Colón al 600. Vecinas manifestaron que eran espiadas por las cerraduras de las puertas y que sufrían un hostigamiento constante. Varios de estos episodios quedaron filmados.
A raíz de esas situaciones, se le impuso una restricción de acercamiento que terminó por alejarlo del lugar. Según pudo saber ElDoce.tv en los últimos días se fue de Córdoba en medio de las repercusiones por el tremendo hallazgo en una de sus propiedades.
En paralelo se conoció que Jorge Grasso tiene antecedentes por delitos considerados “menores” para la Justicia, por lo que permanece en libertad. Uno de ellos está vinculado al robo de un bolso con 12 mil dólares en Ciudad del Este, Paraguay. Por ese hecho lo detuvieron en diciembre de 2024 y se presentó con un documento de mujer.
Las autoridades paraguayas decidieron deportarlo y el acusado se instaló otra vez en Córdoba.