El hecho ocurrió en abril de 2020, en plena cuarentena por la pandemia de Covid-19, y desde entonces la víctima atravesó una verdadera pesadilla. Finalmente este miércoles la Justicia de San Luis condenó a Diego Oliveri a dos años y tres meses de prisión efectiva por haber difundido sin consentimiento un video íntimo de su ex pareja, Gabriela Fernández Aberastain.
Oliveri, quien ya había accedido al material en 2019 durante la relación con Aberastain, lo viralizó en redes sociales, grupos de WhatsApp y hasta en páginas pornográficas.
La mujer empezó a vivir el infierno cuando su hijo de 9 años recibió un mensaje anónimo en su cuenta de Instagram. “Tenía control parental y me salió al toque. Gracias a Dios no lo vio”, contó ella más tarde en diálogo con TN.

Tatiana Yacarini, actual expareja de Oliveri y acusada de colaborar en la divulgación del contenido, fue absuelta luego de ofrecer una reparación económica. Según el abogado querellante, Santiago Olivera Aguirre, “ella pidió perdón, se quebró y dijo que era víctima de la manipulación y de la violencia psicológica de él”.
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“Me empezó a hostigar para que volviera con él”, relató Aberastain, señalando que su ex la amenazaba con compartir los videos si no accedía.
“Después de que hago la demanda, él le echó la culpa a la mujer que dijo que le robó el video del teléfono. Se echaron la culpa, fue producto de la mente macabra de ellos. Era una saña para que la gente se burle de mí”, expresó.
El fallo fue considerado “histórico” por el abogado querellante, ya que sienta un precedente clave en casos de violencia digital. Tras la sentencia, Oliveri fue trasladado al penal del Servicio Penitenciario Provincial para cumplir su condena.