La tragedia por el fentanilo contaminado volvió a golpear a Córdoba. Este martes medio nacionales confirmaron una nueva víctima fatal en la provincia, en el marco de un brote que ya dejó más de 96 muertes en todo el país.
En las últimas horas, se sumaron también tres fallecimientos en Formosa, siete en Santa Fe y nueve en Bahía Blanca. Las autoridades advierten que la cifra podría ser aún mayor, debido a posibles casos no registrados oficialmente.
La investigación, a cargo del juez federal Ernesto Kreplak, avanza sobre varios frentes. Una de las medidas más relevantes es una pericia clave en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, donde se analizan ampollas de fentanilo no contaminado para trazar el circuito de distribución de la droga.
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La causa tiene 24 personas imputadas y múltiples allanamientos realizados, aunque por el momento no hay procesados. Según fuentes sanitarias, todos los lotes contaminados fueron retirados de circulación.

En Córdoba, el epicentro de la pesquisa sigue siendo la Clínica Vélez Sarsfield, allanada el viernes pasado. Allí, la Justicia secuestró historias clínicas y documentación ante la sospecha de irregularidades: se notificaron oficialmente solo cuatro casos, pero se habrían utilizado 1.693 ampollas del lote contaminado. La institución ya había sido mencionada en la causa por otro fallecimiento y por la internación de un bebé de tres meses que sobrevivió tras recibir el opioide adulterado.
De las 96 muertes registradas hasta ahora, 55 corresponden a la provincia de Santa Fe. Las víctimas, y sus familias, comienzan a unir sus relatos en torno a un mismo factor: el veneno producido por el laboratorio HLB Pharma y distribuido a hospitales y clínicas de distintas provincias, entre ellas Buenos Aires y Córdoba.
La Justicia busca determinar si hubo fallas o complicidades en los controles que permitieron que el fentanilo contaminado llegara a los pacientes.