El año recién empezaba cuando la mujer de 30 años mató a puñaladas a su padre, Atilio Raymondo (63), después de una fuerte discusión. El hecho conmocionó a la ciudad de Almafuerte y, a siete meses del episodio, la Fiscalía de Fuero Múltiple N° 2 de Río Tercero, a cargo de Paula Bruera, pidió que la hija sea llevada a juicio.
Jenifer Raymondo está acusada de homicidio agravado por el vínculo en estado de emoción violenta. Luego de haber confesado su autoría, declaró que era abusada por su padre y consideran que su reacción estuvo motivada por ese antecedente de ataques sexuales. La imputada permanece en libertad mientras avanza el proceso judicial.
El abogado defensor, Carlos Pajtman, expresó su disconformidad con la resolución de la fiscalía y consultado por ElDoce.tv anticipó que se opondrá al pedido de elevación a juicio.
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El ataque ocurrió el 2 de enero en una vivienda rural, cuando la mujer, tras una discusión con Atilio, lo apuñaló en el pecho. Fue uno de sus hermanos quien encontró a la víctima gravemente herida y dio aviso a la Policía.
Raymondo murió poco después en el hospital municipal. En su momento, la acusada fue detenida, pero recuperó la libertad días más tarde, luego de que la fiscalía modificara la carátula original –que contemplaba prisión perpetua– para incorporar la figura de emoción violenta.
Denuncian reiterados abusos
La defensa sostiene que el homicidio fue la reacción a un “último requerimiento sexual” tras años de abusos. “Las pericias psicológicas y psiquiátricas acreditan un historial de violencia física y sexual desde su adolescencia, corroborado por familiares y allegados”, había señalado el abogado Pajtman.
De acuerdo a la acusación, ese contexto de violencia fue la causa determinante de un “estallido emocional” que anuló la capacidad reflexiva de la mujer. La fiscalía entiende que ese estado no excluye la responsabilidad penal, pero sí podría incidir en la pena en caso de condena.