Córdoba se encuentra bajo alerta amarilla por la llegada de la temida ciclogénesis, un sistema de baja presión que afectará a gran parte del centro y este del país y que traerá consigo tormentas de variada intensidad, fuertes lluvias y ráfagas de viento.
Según anticiparon los meteorólogos, el fenómeno se sentirá en toda la provincia, pero el este y sudeste cordobés son los sectores donde se esperan los mayores acumulados de agua.
El Servicio Meteorológico Nacional indicó que los registros podrían ubicarse entre los 40 y 80 milímetros, con posibilidad de superar esos valores en algunos puntos. Además, no se descarta la caída de granizo, ráfagas de viento de consideración y abundante actividad eléctrica.
+ MIRÁ MÁS: Los cuatro CPC de Córdoba que atenderán por la tarde de lunes a viernes y también el sábado
El fenómeno tendrá dos ventanas principales: la primera, desde la tarde de este lunes, a partir de las 18, con la llegada de las primeras tormentas; la segunda, desde la medianoche y durante la madrugada del martes, cuando la intensidad podría ser aún mayor. En ese período, se espera que se concentre la mayor parte de la lluvia en el este provincial, con impacto también en la capital.
Las condiciones de inestabilidad se mantendrán durante toda la jornada del martes, con una máxima prevista de 13 grados en Córdoba capital. El miércoles comenzará una mejora gradual, con temperaturas en ascenso y una máxima que alcanzaría los 18 grados. Para el jueves se espera que los valores superen los 20 grados, con el regreso de un clima más estable.

Desde la Provincia y los organismos meteorológicos recomiendan seguir de cerca los avisos y alertas oficiales, evitar circular durante las tormentas fuertes y tomar precauciones ante la posible caída de granizo y el anegamiento de calles.
La ciclogénesis es un fenómeno poco frecuente en la región, pero con alto impacto cuando se produce. Esta vez, Córdoba se encuentra en el centro de la escena climática, con especial atención en los departamentos del este y sudeste, donde se prevé la mayor acumulación de agua y los riesgos asociados a la intensidad de las precipitaciones.