La investigación por la muerte de Milagros Micaela Basto, encontrada sin vida en un ropero del departamento de Horacio Grasso, dio un nuevo paso con la decisión de su familia adoptiva de constituirse como querellante. La joven de 22 años estaba desaparecida desde agosto de 2024 y su caso se había visibilizado en marchas y pedidos de aparición con vida encabezados por sus allegados.
En diálogo con El Show del Lagarto, el abogado Carlos Nayi, representante de la familia, criticó el accionar judicial previo: “Si se hubieran tomado en cuenta las 190 señales de alerta, hoy esta familia no tendría que pedir ser querellante”. “Hubo denuncias desde 2022 y no se adoptaron medidas”, reclamó haciendo referencia a la acusación por abuso sexual de una persona de entorno de Grasso.
Entre lágrimas, Mauricia, la madre del corazón de Milagros, relató: “A sus 3 meses de vida nos hicimos cargo de ella con mi marido”. “La última vez que la vimos fue en junio del año pasado”, recordó y aseguró que su único deseo es tener justicia para su hija: “No se merecía morir así”.
Su tía Karina también pidió respeto hacia la memoria de la joven: “Ni ella ni nadie merecía la muerte que tuvo. Pedimos que paguen todos los que tienen que pagar”. “Desde el principio fue muy difícil, nos enteramos recién cuando nos llamaron de la fiscalía para hacer el ADN. Solo queremos justicia por Milagros y por todas las mujeres que pasaron por cosas así”, sostuvo repasando el proceso que atravesaron hasta saber que el cuerpo era de la joven.
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Su prima recordó cómo intentaban buscarla durante el tiempo que estuvo desaparecida: “Ella siempre hacía publicaciones con su ubicación. De ninguna forma nos apoyaron”. “Lo que queremos es que no hagan hincapié en su problema de adicción, sino en lo que realmente importa: que este tipo siga suelto”, insistió.

Mientras la causa avanza bajo la fiscalía de José Bringas, la familia insiste en mantener viva la memoria de Milagros y en que la investigación no se quede a mitad de camino. “Que caigan todos los que tengan que caer”, pidió su madre.