La investigación sobre el presunto asesino serial de Jujuy dio un giro crucial esta semana con la identificación de dos nuevas víctimas. Gracias al análisis de ADN, los restos encontrados en la denominada “casa del horror” fueron vinculados a Miguel Quispe y Juan Ponce, ambos hombres en situación de calle.
El fiscal Guillermo Belle informó que Quispe había sido visto por última vez en junio, mientras que Ponce frecuentaba la misma área. Con estas confirmaciones, asciende a cuatro el número de víctimas identificadas, aunque aún se analizan más de 300 muestras que podrían engrosar la lista.
Los investigadores lograron identificar a Quispe, de 60 años, y a Ponce, de 51, tras comparar perfiles genéticos hallados en la vivienda de Matías Jurado con muestras aportadas por familiares de personas desaparecidas.
Modus operandi
Según la fiscalía, Jurado abordaba a hombres vulnerables los viernes, ofreciéndoles alcohol o trabajos temporales en la terminal. Luego, los llevaba a su domicilio, donde presuntamente cometía los asesinatos.
El testimonio de un adolescente que convivía con el acusado fue clave para reforzar la investigación. El joven declaró que Jurado llevaba personas a la casa los viernes y las mataba. Esta declaración condujo a la búsqueda en terrenos baldíos cercanos, donde se encontraron restos humanos y calcinados, confirmando la mecánica delictiva.
El menor también reveló que Jurado descuartizaba y quemaba los cuerpos para reducir su tamaño, enterrando algunas partes en el predio y arrojando otras en basurales de la zona. Estas afirmaciones fueron corroboradas por pericias forenses en curso.
El fiscal Belle señaló que aún queda mucho material por analizar, anticipando la posible identificación de más víctimas. Matías Jurado permanece en prisión preventiva en el penal de Gorriti, bajo estricta vigilancia. La Justicia también investiga su posible vinculación con la desaparición de otros hombres vulnerables en la capital jujeña.