Este martes se van a cumplir dos años del crimen de Gabriela Pérez, la joven de 24 años asesinada de un balazo en el Club Yapeyú durante un acto sindical del Soelsac, el gremio que nuclea a los trabajadores de limpieza.
El caso sigue sin resolverse y la familia de la víctima, atravesada por el dolor, volvió a pedir justicia en un conmovedor testimonio.
La investigación judicial mantiene a dos personas detenidas: uno de ellos es Gustavo Herrera, hermano de Gabriela, a quien acusan de ser el autor material del disparo. Desde la cárcel de Bouwer, Herrera sostiene su inocencia, postura que la familia respalda con insistencia. Además, está procesado Adrián Vallejos, presuntamente vinculado a la barra de Talleres.
+ VIDEO: el durísimo testimonio de la familia de Gabriela Pérez a dos años del asesinato:

En diálogo con Arriba Córdoba, Liliana Pérez, madre de Gabriela, rompió en llanto en una fecha especial para la familia, pero marcada por la tristeza: “Desde que mi hija murió no tenemos vida, no sabemos dónde estamos parados, mi marido cada vez más enfermo y mi familia cada vez más destruida”.
La mujer denunció hostigamiento y amenazas, y advirtió sobre el sufrimiento de su nieta: “Mi nietita sufre cada día de su vida desde que se fue su mamá, sufre bullying en la escuela”.
Luego, reiteró que para ellos Herrera es inocente: “Mi hijo está preso y es inocente, a él también le arrebataron la vida. El gran terror mío es que un día mi hijo se quite la vida porque ya no aguanta más”.
+ MIRÁ MÁS: Quiso coimear a la Caminera para evitar la multa por manejar borracho y fue detenido
Por su parte, la hermana de Gabriela, Gisela, también apuntó contra la falta de respuestas del sindicato y la Justicia: “Para nosotros fue ayer. La Justicia desde el primer momento actuó mal. El gremio jamás se acercó ni nos dio las condolencias. Ellos sabían que había problemas y no resguardaron a la gente. Esa bala llegó a mi hermana, pero podría haber sido a cualquier otra persona”.
El crimen ocurrió el 9 de septiembre de 2023 y desde entonces se manejan dos hipótesis principales: que los disparos estaban dirigidos al secretario general del Soelsac, Sergio Fittipaldi, o que se trató de una represalia en el marco de una interna de la barra de Talleres. Mientras tanto, la familia de Gabriela sigue reclamando justicia y pruebas que demuestren la inocencia de Gustavo Herrera.