Solange Sanabria Ventura tenía 25 años, era madre de una niña de cinco años y la menor de tres hermanas. Residía en una zona cercana a General Rodríguez y, según su entorno, llevaba una vida dedicada a su hija y a su familia.
El 21 de agosto fue vista por última vez cuando salió de su casa. Desde entonces, nada se supo de ella. La búsqueda terminó de la peor manera: su cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición en un departamento céntrico de Pilar, Buenos Aires propiedad de su pareja, Óscar Ángel Benítez, de 26 años, quien permanece detenido como principal acusado del femicidio.
La trágica noticia golpeó con fuerza a los seres queridos de Solange, que la despidieron con dolor en redes sociales. Una prima le dedicó un mensaje cargado de tristeza e indignación: “Que Dios te reciba en su misericordia y desde lo más alto guíes a E. eternamente. No hay consuelo ni entendimiento para tanta injusticia y crueldad. Que se haga justicia, Osky Benítez asesino”.
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El hallazgo se produjo gracias a un llamado anónimo al 911 que alertó por olores nauseabundos. Al ingresar, la Policía encontró la escena del horror: Solange estaba envuelta en frazadas, atada con sogas y con mutilaciones en sus piernas y un brazo.
Benítez, al momento del operativo, intentó quitarse la vida con un serrucho, pero fue trasladado de urgencia al hospital y quedó internado bajo custodia policial.
En las últimas horas, el caso sumó un segundo detenido. Se trata de Gonzalo Matías Lynch, de 21 años, quien habría colaborado con Benítez en el traslado del cuerpo de la víctima. Fue localizado en una vivienda del barrio Los Troncos, donde los investigadores montaron una guardia hasta dar con él.