La Cámara Primera del Crimen de Río Cuarto absolvió a Eduardo Andrada, exdirector del Hospital de Huinca Renancó, y a la asistente social Analía Morales quienes eran acusados de haberle impedido al padre de Solange Musse ingresar a Córdoba durante la pandemia para verla antes de morir.
La joven que residía en Alta Gracia afrontaba un cáncer terminal y había manifestado el deseo de poder despedirse de su familia. El caso conmovió a todo el país en agosto de 2020 cuando regía la cuarentena por Covid-19.
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En un juicio con jurados populares, Andrada fue absuelto por mayoría y Morales por unanimidad. Ambos habían llegado acusados de abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público.

El fiscal de Cámara, Julio Rivero, había solicitado penas de un año y seis meses de prisión de ejecución condicional para ambos imputados, además de la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
A su turno, el abogado querellante José Nayi pidió dos años de prisión de ejecución condicional y cuatro de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Por su parte, los dos abogados defensores solicitaron la absolución de los acusados, tal como decidió el tribunal.
“Una causa manoseada”
Pablo Musse hizo uso de la última palabra antes de que el tribunal pase a deliberar la resolución. En ese momento el papá de Solange manifestó que esta fue “una causa manoseada por la Justicia”.
Además habló de las fiestas que se conocieron mientras regía la cuarentena como el encuentro de Alberto Fernández en la Quinta de Olivos. “Lo mío era una necesidad: ver a mi hija, abrazarla y estar con ella. Pueden poner las excusas que quieran, la verdad que cinco años esperar esto para llegar a la conclusión de que parece que el único culpable acá soy yo”, cuestionó.

“Creo que fue más ‘lo hagamos regresar a este’, te tratan como si no fueras una persona porque en ese momento ellos tenían el poder y nosotros teníamos que decir a todo que sí. Creo que se excedieron en la fuerza, en el uso público, no pensaron nunca que esto iba a llegar a los medios a nivel nacional", planteó.
Y cerró: “Nunca pensaron que Solange iba a pedir por sus derechos en una carta y este es un caso icónico, la sociedad argentina está pidiendo justicia, justicia por Solange, justicia por todos los argentinos que pasaron por la misma situación”.
Una vez conocida la resolución, Musse dijo sentir “odio y bronca” por la decisión y anticipó que apelará el fallo. “Esperaba que realmente se haga justicia, lamentablemente en la Argentina seguimos sin justicia”, manifestó.
