Este lunes la Justicia dictó la pena de prisión perpetua para Yésica del Carmen Aquino (36) y su pareja, Roberto Carlos Fernández (33), responsables del brutal asesinato de León Aquino, el bebé de 18 meses que sufrió torturas y maltratos antes de morir en septiembre de 2021 en una vivienda de Berazategui, provincia de Buenos Aires.
El juicio determinó que el niño fue víctima de un calvario que culminó entre el 23 de agosto y el 23 de septiembre de ese año.
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La madre fue condenada como “coautora penal responsable del delito de homicidio agravado por tratarse del descendiente y por haberse cometido con ensañamiento y alevosía”, mientras que Fernández fue hallado culpable como coautor del crimen con los mismos agravantes.
La causa había comenzado tras la denuncia de los vecinos que advirtieron sobre el maltrato al que estaba sometido el pequeño. En un primer momento, la madre y su pareja intentaron sostener que el niño se había ahogado con un vaso de leche, pero la versión se desmoronó rápidamente frente a las pruebas forenses.
La autopsia reveló que el bebé murió a causa de una septicemia traumática y que su cuerpo presentaba signos de tortura: marcas de pinchazos con agujas, mordeduras en el cuello y otras lesiones compatibles con reiterados episodios de violencia. Los médicos incluso hallaron una aguja oxidada incrustada, que pudo haber provocado la infección que lo llevó a la muerte.
El caso, que generó gran conmoción en Buenos Aires y en todo el país, expuso la extrema vulnerabilidad del pequeño desde su nacimiento. La sentencia de este lunes ratificó que tanto Aquino como Fernández fueron partícipes directos del crimen y deberán cumplir la pena máxima prevista en el Código Penal.