El robo de celulares en recitales y eventos masivos se volvió un delito frecuente. Frente a esa problemática, en Córdoba aseguran haberle dado un duro golpe a esa actividad ilícita con el desmantelamiento de una banda dedicada a la sustracción, desbloqueo y reventa de teléfonos.
A partir de una serie de allanamientos secuestraron 93 dispositivos, varias tarjetas SIM y equipos informáticos. En ese marco detuvieron a tres sospechosos y hay una decena de personas identificadas por su participación en la organización.
El comisario inspector Walter Casas, de la Dirección General de Investigaciones de la Policía, le detalló a ElDoce.tv cómo funcionaba la banda desarticulada y advirtió que los delincuentes invertían dinero en las entradas a los espectáculos para cometer los robos.
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“Hay bandas u organizaciones que pagan quizás una entrada carísima en un evento grande para dedicarse al robo de celulares. Saben que eso es rentable”, afirmó. Una vez adentro ‘trabajaban’ en grupos coordinados y se aseguraban de sacar los aparatos sin levantar sospechas.
La investigación a cargo de la fiscal Silvana Fernández surgió por una denuncia en la que además de robar un celular los delincuentes vaciaron la billetera virtual de la víctima mediante transferencias y sacando préstamos.
Pungas en acción
Casas describió que los ladrones actuaban durante el recital y luego entregaban rápidamente los celulares a cómplices. “Había una banda que eran los pungas que ‘trabajaban’ dentro del evento y una vez que cometían el hecho salían a la calle y se lo daban a otras personas que se conducían en vehículos de alta gama para no levantar sospechas. Y esas personas lo llevaban hacia la zona de barrio Pueyrredón”.
Uno de los hallazgos más llamativos de la investigación fue el método para neutralizar el rastreo. “Habían acondicionado un placard forrado con aluminio en el que introducían los aparatos para que no arrojaran señal. A algunos tal vez los prendían antes y pudimos encontrar varios domicilios”, reveló el jefe policial.

Ese sistema no era el único. Casas señaló que “a veces roban celulares y ya tienen preparados una bolsita o un bolsillo con varias capas de aluminio“ para meter los aparatos y que no emitan señal en caso de no poder apagarlos.
La organización contaba con especialistas en informática que “tenían conocimiento más avanzado en algún software que habían adquirido y lo usaban para desbloquear los teléfonos“. De ese modo lograban vaciarlos de información. ”A algunos los reseteaban a cero y los introducían de vuelta en el mercado. En los que no podían hacer eso los desarmaban y los vendían para repuestos”, detalló.

Además de recuperar celulares robados, en los allanamientos secuestraron notebooks con software de desbloqueo y electrodomésticos y televisores adquiridos con el dinero de billeteras virtuales. Los procedimientos se concretaron en barrios del sector este de la ciudad como Yapeyú, Bajo Pueyrredón y Yofre. Incluyeron domicilios particulares y locales de venta de telefonía.
“La investigación llevó tiempo para seguir los aparatos, ir a los eventos a ver cómo trabajaban y así identificar a las personas que arrebataban los teléfonos”, concluyó Casas.