Un megaoperativo de la Policía de Investigaciones (PDI), supervisado por el fiscal federal Walter Rodríguez, dejó al descubierto una red de explotación laboral en un campo de frutillas de Arroyo Leyes, sobre la ruta provincial N.º 1 en Santa Fe. Allí, 42 trabajadores adultos y dos menores fueron rescatados de condiciones infrahumanas.
Las víctimas, en su mayoría oriundas de Chaco, habían sido atraídas con falsas promesas: se les aseguró una paga de $1.000 por cajón cosechado y alojamiento en buenas condiciones.
+ MIRÁ MÁS: Esposado y con chaleco antibalas: la llegada a Argentina de Matías Ozorio, mano derecha de “Pequeño J”
Sin embargo, al llegar se encontraron con otra realidad: recibían apenas $600 por cajón, dormían en camas improvisadas sobre cajones de madera y trabajaban en jornadas interminables, sin descanso y sin garantías mínimas.
En el procedimiento fueron detenidos un joven de 25 años, señalado como el principal responsable, y un hombre de 64 años vinculado a la maniobra delictiva. Además, se secuestraron escopetas, pistolas, revólveres, más de 300 municiones, cargadores, teléfonos celulares, computadoras, documentación contable, una camioneta Amarok, más de 10 millones de pesos y 4.205 dólares.

El operativo contó con la colaboración de la Agencia de Investigaciones sobre Trata de Personas, Criminalística, UATRE, RENATRE y la Coordinación de Rescate Nacional. Los 42 trabajadores fueron puestos bajo resguardo y asistidos por equipos especializados en trata de personas.
Se sospecha que la red operaba desde hace tiempo en la región, sometiendo a los empleados a jornadas extenuantes y a un sistema de engaño que los mantenía en estado de vulnerabilidad permanente. La investigación continúa con el análisis de la documentación secuestrada y no se descartan nuevas detenciones en los próximos días.