Mady Bertero es una mamá cordobesa de 25 de años que, además de abrir su corazón para contarnos qué la motivó a donar óvulos, revivió todo el proceso para que otras mujeres se animen a dar el paso.
Su inicio fue una charla informativa en la clínica donde donó. “Después de la charla se podían anotar en caso de querer continuar el proceso, que al principio es bastante largo”, aclaró.
La cordobesa nos contó que una vez que decidió avanzar en el proceso tuvo que realizarse múltiples estudios: ginecológicos, de sangre, psicológicos, etc. Luego comenzó una serie de inyecciones que le colocaron en el abdomen, a la altura de los ovarios.
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“Eran entre 10 a 15 días más o menos de inyecciones hasta el día de la punción. Una enfermera se comunicaba conmigo todos los días para ir a la misma hora a mi casa porque todas las inyecciones tenían que ser a la misma hora”, detalló.
Cómo se sintió
Durante el periodo de las inyecciones, Mady hizo su vida normal. Sin embargo, reconoció que llegó un momento en el que algo le empezó “a molestar”. Lo comparó con una sensación de hinchazón en la zona del abdomen.
Cuando finalizaron las inyecciones, tuvo un día de descanso y al siguiente fue la punción.
“Habré llegado a la clínica 8:30 y a las 9:15 ya estaba despierta. No te ponen anestesia, pero te sedan, me durmieron. Fue todo muy rápido y no sentí dolor”. Mady aseguró que todo el proceso duró un par de meses.
¿Fue buena la experiencia? Ella la repitió…
