A un mes del triple crimen de Florencio Varela, las imágenes del interior de la casa donde asesinaron a Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez revelan la magnitud del horror. Los videos, difundidos por TN, muestran cada rincón del domicilio de calle Chañar al 700, en Villa Vatteone, donde las tres jóvenes fueron torturadas, descuartizadas y enterradas en el patio.
En las grabaciones se observa sangre en las paredes, los pisos e incluso en los marcos de las puertas, señales de la brutalidad con la que se cometieron los crímenes. Los registros corresponden a los primeros días tras la desaparición de las chicas, cuando los investigadores aún las buscaban con vida.
Durante los peritajes, los efectivos advirtieron que las manchas hemáticas habían sido “trapeadas” en un intento de limpiar y borrar rastros del crimen. Por este motivo, dos de los acusados —Daniela Iara Ibarra y Maximiliano Andrés Parra— quedaron particularmente comprometidos, ya que fueron detenidos in fraganti dentro de la vivienda, intentando alterar la escena.
El fiscal Carlos Arribas, a cargo de la causa, sostiene que ambos “ayudaron a eludir el accionar de la justicia al alterar y hacer desaparecer pruebas o instrumentos del delito”, junto con otros cómplices.
La Unidad Fiscal de Homicidios de La Matanza imputó a los ocho detenidos por homicidio criminis causa —matar para ocultar otro delito— y privación ilegítima de la libertad, agravados por premeditación, alevosía y violencia de género.
Según los avances de la investigación, las víctimas fueron llevadas bajo engaño entre el 19 y el 20 de septiembre a la casa donde fueron golpeadas, apuñaladas y asesinadas, en el marco de una presunta venganza vinculada al robo de varios kilos de cocaína.
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Por el caso hay ocho detenidos en Argentina y uno en Perú: Miguel Ángel Villanueva Silva, Ariel Giménez, Víctor Sotacuro Lázaro, Maximiliano Parra, Celeste Magalí González Guerrero, Milagros Ibáñez, Iara Ibarra y Matías Agustín Ozorio —este último capturado en Perú—, mientras que el presunto cabecilla, Tony Janzen Valverde, alias “Pequeño J”, espera su extradición desde el penal de Cañete, a 144 kilómetros de Lima.
Los fiscales pidieron que los detenidos en Argentina sean trasladados a cárceles bonaerenses o federales, mientras continúa una investigación que expone un entramado de violencia, drogas y complicidades que conmocionó al país.



