El hallazgo de los restos de Camila Merlo, de 26 años, volvió a poner en primer plano una secuencia de crímenes atroces cometidos en Córdoba en el último tiempo. Los restos de la joven madre aparecieron en dos momentos distintos en un basural de barrio General Urquiza. La investigación se desarrolla bajo la hipótesis de homicidio y aún no hay detenidos.
Desde su entorno señalaron que Camila era trabajadora sexual y que vivía en un contexto de marcada vulnerabilidad, un patrón que comienza a repetirse en otros casos recientes en la ciudad. En este caso el trabajo de la Justicia recién comienza y se esperan avances.
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Uno de los episodios más estremecedores fue el femicidio de Brenda Torres (21) asesinada y descuartizada a fines de julio en barrio Chateau Carreras. Sus restos también aparecieron en distintos puntos y dos hombres, Christian Alexis Aranda y Gustavo Martín Lencina, ya fueron elevados a juicio acusados como coautores de homicidio agravado por mediar violencia de género. La investigación expuso que Brenda había sido captada por sus agresores en un contexto de desprotección extrema, al parecer en busca de relaciones sexuales.

Otro caso brutal tuvo como víctima a Milagros Basto (22), la joven encontrada asesinada en el ropero del departamento de Horacio Grasso, un expolicía que cumplía prisión domiciliaria por el homicidio de un niño. Milagros, mamá de un niño, estuvo desaparecida casi un año desde que familiares la vieron por última vez cuando un hombre la retiró con la promesa de ir a “vender churros”.
Ese hombre habría sido Grasso, quien quedó nuevamente detenido y acusado de femicidio. Su cuerpo fue hallado el 5 de julio de 2025 en pleno centro de Córdoba, tras semanas de rastrillajes que revelaron el grado de ocultamiento del crimen. Jorge Grasso, hermano del principal sospechoso, es investigado por encubrimiento pero permanece prófugo con una orden de captura internacional.

Un cuerpo sin encontrar
La lista de crímenes con características similares se completa con el caso de Anahí Bulnes (36), asesinada en diciembre de 2022. Tras un extenso juicio, la Justicia condenó a prisión perpetua a Santiago Campos Matos, acusado de contactarla bajo la excusa de contratar servicios sexuales y llevarla a su departamento de avenida Emilio Olmos, donde la mató.
El fallo reconstruyó cómo el femicida se deshizo del cuerpo de Anahí en bolsas de residuos. Sus restos jamás fueron encontrados. La víctima tenía tres hijas y era docente.

Más allá de las particularidades de cada investigación, los cuatro casos comparten un hilo en común: las víctimas estaban atravesadas por situaciones de vulnerabilidad extrema que las dejaron expuestas ante agresores que actuaron con una violencia atroz.



