La mañana en que Ana Beatriz Pazos abrió la puerta de su casa en barrio Jorge Newbery creyó que estaba recibiendo a alguien conocido. Marcos Antonio Urán (43) ya había ido antes con la promesa de arreglarle el lavarropas pero la engañó cobrándole por un trabajo que nunca completó. Incluso pactó volver para podar un limonero del patio pero en ese regreso terminó asesinando a la jubilada.
Después de haber admitido su responsabilidad en el hecho, Urán fue condenado a prisión perpetua por la Cámara Segunda del Crimen de Córdoba. La investigación reveló que el hombre engañó, golpeó, estranguló y le robó a la mujer de 80 años el 6 de octubre de 2023, en un ataque que la Justicia describió como “desmesurado” y cometido con total abuso de confianza.
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Según el fallo, el homicida volvió ese viernes a la casa de Pazos acompañado por al menos otra persona aún no identificada. La mujer abrió la puerta pensando que venía a terminar el trabajo pendiente. En cuestión de minutos, la atacaron por la espalda, la arrojaron al piso, la golpearon salvajemente y le colocaron un cordón alrededor del cuello para asfixiarla. Después revolvieron la vivienda, se llevaron dinero, su celular, dos anillos de oro, documentación y escaparon.
La hija de la víctima encontró el cuerpo ese mismo día y llamó al 911. Tenía múltiples golpes y la marca del lazo con el que la mataron. La autopsia confirmó que murió por “asfixia mecánica por estrangulamiento”.

Qué dijo el asesino
En el juicio abreviado que concluyó días atrás, Urán reconoció su responsabilidad y dijo: “Estoy de acuerdo con la condena. Estoy muy arrepentido. Lo voy a pagar hasta el día que me muera”. El fiscal de Cámara, Gustavo Dalma, consideró que la prueba era “contundente” y que el acusado actuó con alevosía y planificación para robarle.
La jueza Graciela Inés Lucero lo encontró culpable de estafa, robo y homicidio agravado por alevosía y por haberse cometido para facilitar otro delito y lograr la impunidad. Todos los delitos se unificaron en una pena única: prisión perpetua.
Además, el Tribunal instó a la fiscalía a continuar la investigación para identificar a los otros partícipes del crimen. Las hijas de la víctima hicieron uso de la palabra en el proceso y manifestaron “que lo perdone Dios si hay perdón”.



