Un estudio multicéntrico realizado en seis regiones del país encendió una alarma: casi un tercio de los argentinos tiene niveles elevados de lipoproteína(a), conocida como Lp(a), un tipo de colesterol que aumenta de manera significativa el riesgo de sufrir infartos, ACV y otras complicaciones cardiovasculares graves.
Los investigadores analizaron a unas 3 mil personas adultas que acudieron a consultas clínicas o cardiológicas de rutina —sin necesidad de que fueran pacientes con colesterol alto— y detectaron que el 31,4% tenía Lp(a) en valores elevados, una prevalencia mayor a la estimada a nivel mundial. El trabajo fue publicado en Atherosclerosis, una de las revistas científicas más prestigiosas del área.
La presencia elevada de Lp(a) —considerada alta cuando supera los 50 mg/dL o 125 nmol/L— se asoció con un 53% más de probabilidades de sufrir infartos, ACV u otros eventos cardiovasculares mayores, incluso en personas que tienen controlados los factores de riesgo tradicionales.
Los expertos de la Johns Hopkins University que evaluaron el estudio argentino destacaron que la Lp(a) es hoy “un determinante central del riesgo cardiovascular residual”, es decir, el que persiste aun cuando el colesterol LDL, la presión, el peso o el azúcar en sangre están en valores adecuados.
Qué es la lipoproteína(a) y por qué preocupa
La Lp(a) es una partícula de colesterol hereditaria, cuya concentración está determinada por la genética y no cambia con dieta, ejercicio o medicación tradicional. Por eso, los especialistas insisten en la importancia de medirla al menos una vez en la vida.
“Es como el color de ojos: nacés con un valor que no se puede modificar”, explicó a Clarín Pablo Corral, ex presidente de la Sociedad Argentina de Lípidos y uno de los investigadores principales. Esa característica hace que muchas personas con colesterol total elevado tengan un aporte significativo de Lp(a) sin saberlo. “Si no la medís, no ves el cuadro completo”, dijo Corral.
Este tipo de colesterol tiene una proteína adicional que favorece la formación de placa en las arterias y la coagulación, aumentando el riesgo de bloqueo arterial.
A pesar de la evidencia acumulada, menos del 2% de la población mundial se realiza este estudio, ya que no forma parte del perfil lipídico de rutina. Se requiere un análisis específico para conocer los valores.
Qué hacer si la Lp(a) es alta
Como actualmente no existen fármacos disponibles para bajarla, los especialistas recomiendan intensificar el control del resto de los factores de riesgo cardiovascular:
- presión arterial
- peso corporal
- glucosa en sangre
- tabaquismo
- actividad física regular
Además, es clave que las personas con antecedentes familiares de enfermedad coronaria precoz consulten al médico para solicitar la medición de Lp(a).
Un factor clave para prevenir
Los resultados del estudio argentino refuerzan la importancia de incorporar la medición de Lp(a) en los controles de salud, especialmente en personas con antecedentes familiares o eventos cardiovasculares sin causa aparente.
Detectarla a tiempo puede cambiar conductas, enfoques de tratamiento y estrategias preventivas… y salvar vidas.