En 2024 Trulala estará celebrando sus 40 años de historia. En el marco de la celebración y en la previa al evento que reunirá a grandes voces que tuvieron su paso por la Universidad del cuarteto, desde Cuarteteando haremos un repaso por aquellos cantantes que tuvieron el privilegio de formar parte de la orquesta y “graduarse” de uno de los conjuntos más importantes del tunga tunga.
Rompió el hielo
Corría la década del 80′ cuando un nuevo grupo intentaba incursionar en el circuito cuartetero. Trulalá, banda que tuvo su debut en noviembre de 1984, dio su primer show con Manolo Cánovas a la cabeza y un tal “Marito” Gutiérrez como cantante. Su arribo al proyecto no fue casualidad.
Tiempo atrás y gracias a un concurso que lanzó el Cuarteto de Oro para reemplazar a La Mona Jiménez, el vocalista se anotó en la competencia, sin pensar que sería el acto que luego lo llevaría a convertirse en la primera voz de la banda. Después de su participación, Manolito lo buscó para sumarlo a un proyecto Sucundín, un grupo que funcionaba como “relleno” a los grandes en trasnoche como Chébere, La Mona, El Rey Pelusa, entre otros.
“Ese chico me gusta, vamos a armar algo, acá la ponemos”, fueron las palabras que en su momento lanzó Emeterio Farías, o “tío Cacho” como lo recuerda Marito. El empresario apostó por su figura a tal punto que en 1984 lanzaron el primer material discográfico homónimo al primer gran éxito de la banda titulado Mi tío es un ají. En aquel entonces con un formato de cuarteto característico, es decir, una base tradicional fundamentada por el piano, bajo, acordeón y violín.
+VIDEO: Mi tío es un ají, el primer éxito de Trulala
“Fue el sueño del pibe. Yo ni pensaba llegar a un éxito tan grande”, recordó orgulloso Gutiérrez al micrófono de El Doce. Fue tal el éxito del primer álbum que se llegaron a vender 45 mil placas, una “barbaridad” para la época. “Me quedó la satisfacción de haber cumplido arriba del escenario con lo que Manolo quería”, reflexionó.
Marito Gutiérrez estuvo desde los inicios de Trula hasta 1986, año que decidió alejarse de la banda. En su paso por la orquesta, el cuartetero grabó tres discos: Mi tío es un ají, La gata me vuelve loco y A todo gusto. El grupo tuvo un crecimiento exponencial que en poco tiempo pasaron de realizar presentaciones sólo los sábados a actuar de jueves, viernes, sábados, trasnoches y hast matinée.
+VIDEO: Mano a mano con Marito Gutiérrez