Si sos un fanático de los stickers de WhatsApp y ya casi que reemplazaron a la escritura en tus conversaciones, seguramente entre tus favoritos tenés guardado alguno de los varios que andan dando vueltas con la cara de La Mona Jiménez.
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En diferentes poses y situaciones, su gestualidad ofrece un abanico de respuestas para hacer más divertidos los chats. Pero... ¿Él sabe que la gente se comunica con una imagen de su cara?
Desde hace un tiempo, el ídolo máximo del cuarteto ya no tiene celular. "Estoy fuera de sistema, me volvían loco", asume sin conflicto con el tema. "Mis amigos me llamaban a las 2 de la mañana para invitarme a un asado y a mi me gusta levantarme temprano a nadar", se justifica.
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Por supuesto que la familia Jiménez no estaba al margen de este fenómeno. "En el grupo de la familia nos respondemos sólo con la cara de él", cuenta Carli.
A pesar de haber "tirado a la basura su celular", como él dice, esto no significa que esté completamente aislado. Sus hijos, expertos en el manejo de las redes, son los encargados de mostrarles las historias que le llegan, los comentarios de sus notas y los mensajes de sus fanáticos. Eso sí, aplicando un filtro necesario: "Le mostramos las cosas buenas nomás", asume su hijo.
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Respecto a los haters, ya no se hace problema como antes. "Soy de sangre caliente, los leía y tenía ganas de ir a buscarlos a la casa". Con los años, prefiere resguardarse y quedarse con los mensajes positivos: "Algunos me llenan el alma de alegría. Esos los contesto personalmente", dice.