A principio de los 90’, Chébere se convirtió en el único grupo musical cordobés en lograr esta hazaña: tocar a 110 metros de altura dentro de la Ciudad de Córdoba, en la Torre Ángela.
La propuesta surgió desde la productora de televisión de Miguel Ángel Motta, que montó un programa "en las alturas" y transformó el helipuerto de la torre en un escenario en 360º desde donde se veía toda la ciudad. Fue tan novedoso que hasta el intendente Rubén Martí fue a ver cómo lo realizaban.
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"En ese tiempo eramos unos adelantados, no había producciones de ese calibre y fue muy notable", recuerda el Toro Quevedo, una de las voces al frente del grupo en ese entonces junto al brasileño Rubinho.
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Los 90 fueron una época de oro para Chébere, que se permitió, entre otros gustos, grabar un disco en Hollywood. “Tenés el hándicap, cuando vos andás bien y sos punta de lanza te permiten hacer muchas cosas, no solo económicamente. La gente te ve y respeta lo que hacés y no lo ve como una locura”, analiza a la distancia el Beto Guillén, bajista y dueño de la banda.
El punto más alto de Córdoba
El edificio de la calle 27 de Abril al 370 es uno de los íconos de la ciudad, ya que tuvo el título de ser el edificio más alto de Córdoba durante más de 25 años, hasta que en 2019 lo destronó Capitalinas.
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"Se notaban los 110 metros. A veces teníamos que frenar porque se nos volaban los instrumentos", cuenta el músico, quien recuerda como anécdota que uno de sus compañeros, para hacer una gracia, se bajó a la baranda de contención, lo que los puso un poco nerviosos: “Yo sufro de vértigo, no lo podía ni mirar”.
La tarde de los espejos
Durante el evento se ideó una novedosa manera de establecer una comunicación con el público: se pidió a quienes lo estaban viendo, que salude desde los edificios haciendo un juego de luces con espejos: "Mirábamos un espejito a lo lejos y decíamos, 'che mirá, están haciendo señas del lado de Alberdi'. En un momento había señales que venían de toda la ciudad. Era hermoso, como una via láctea de espejos", rememora Quevedo.
Un récord
De esta manera, los músicos de chébere fueron los primeros en hacer un espectáculo sobre esa terraza, pero también los únicos. Tal fue la hazaña que el Pato Lugones intentó ponerlo en el libro Guinnes de los récords, como el grupo musical que tocó más alto en el mundo. "Me dijeron sí, puede ser pero cuesta 800 dólares. Así que dije, bueno, me lo recuerdo para mí y los que lo vieron", ríe.
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