Una gira por España, un festival propio, un Lollapalooza y miles de bailes en todo el país. Desde esta semana, los músicos de La Mona Jiménez ya pueden agregar a su lista un Cosquín Rock,
Pero, ¿qué tiene de distinto para músicos experimentados como ellos (algunos cuentan más de cinco décadas de carrera) tocar en este escenario habiendo pisado varias veces las tablas de todo el país?
+ VIDEO La intimidad del camarín de La Mona Jiménez:
"Estamos ansiosos por mostrarle a esta gente lo que es el cuarteto, pero yo creo que les va a gustar más el cuarteto que el rock", decía en la previa el Conejo Rivarola, timbaletero de Jiménez. Y algo de eso hubo ya que, a pesar de las críticas por la inclusión del tunga tunga, el artista hizo uno de los shows más destacados y fue la revelación del evento.
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Daniel Franco, su ladero hace medio siglo desde el acordeón, admite que este no fue un show más, y que lo vivieron como un "desafío" conquistar al público, aunque "la gente del rock está muy identificada con él, lo quieren mucho a Jiménez".
Además, esta fue una gran experiencia abajo y arriba del escenario, ya que tuvieron la posibilidad de intercambiar charlas y fotos con otros músicos: "Conocés gente de otras costumbres y culturas y aprendés, por ahí estas encerrado en un solo género y esto te ayuda a conocer otros", asegura Mauricio Acuña, quien hace coros, locución y percusión.
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Una de las nuevas integrantes de la banda, Laura Repezza, quien es fanática de Divididos desde chica, llevó este concepto a la práctica intercambiando charlas interesantes sobre música con Catriel Ciavarella, quien ocupa su puesto en la "aplanadora del rock". "La banda por la cual empezó todo este amor a la música, gracias por tanta humildad Ricardo Mollo, ustedes son mi música elegida", publicó en sus redes.
"Un evento tan lindo y tan masivo es para disfrutarlo y consumir las dos cosas. El rock y el cuarteto tienen una idiosincracia similar", reflexiona en la misma línea el percusionista Pablo Pérez.
"Es lindo mostrarse y compartir con colegas pero sobre todas las cosas hacer ver que el cuarteto está hermanado con un montón de géneros", explica Ricardo Verón, palabra mayor en la música de Córdoba con su bajo. Después de más de 40 años a su lado, explica que Jiménez le dio "una identidad propia" a la música y agradece poder seguir acompañándolo: "Si llevamos más de 70 años no es ninguna casualidad ni tampoco fue suerte".