Tras conocerse la noticia de la muerte de José Manuel De La Sota, muchos cuarteteros lo recordaron en sus redes sociales, destacando el impulso que el ex gobernador le dió a nuestra música. Fundamentalmente, la obra más destacada fue la realización en 2013 del Carnaval Cuartetero, un evento que trajo tanta alegría en la gente como polémica en el ámbito político.
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Tomando como modelo el Carnaval de San Salvador de Bahía, en Brasil, "el Gallego" convirtió el Playón del Estadio Mario Alberto Kempes en un "Cuartetodromo". Por allí desfilaron durante tres días carrozas con las bandas más importantes de la escena cordobesa. Participaron La Fiesta, La Barra, La Banda de Carlitos, Ulises Bueno, La Mona Jiménez, Jean Carlos, Trulalá, Damián Córdoba, Banda XXI y Chébere.
El costo del evento, que implicó un gasto de ocho millones de pesos al Gobierno Provincial (según lo publicado), generó graves denuncias de la oposición. Le reclamaron que el Estado había invertido más de 20 millones, aunque la justicia finalmente lo desestimó y archivó la causa. José Manuel justificó el gasto con una frase en Twitter que se volvió famosa: "Los cordobeses somos fiesteros".
El principal cuestionamiento era que el oriundo de Río Cuarto estaba utilizando este evento con fines políticos, para proyectarse a nivel nacional y posicionarse como candidato en las elecciones presidenciales.
La realización de este evento le costó grandes críticas de todos los ámbitos, aunque la comunidad cuartetera lo apoyó de manera férrea. El por entonces gobernador de la provincia habló sobre el tema en el programa por los "70 años del cuarteto" que produjo la Sala del Rey y se emitió por El Doce, donde prometió seguir adelante con el festival cada año.
Sin embargo, al año siguiente se decidió no realizarlo debido al sacudón que implicó el motín policial de diciembre y la necesidad de demostrar "austeridad". En 2015, la idea volvió a reflotarse y De La Sota anunció con bombos y platillos que iba a ser simplemente auspiciante de un evento comandado por empresas privadas, aunque finalmente nunca llegó a concretarse.
Lo cierto es que el Carnaval Cuartetero de 2013 significó al mismo tiempo un debut y una despedida. Le dio la posibilidad a la música de Córdoba de salir a un ámbito totalmente distinto a los que estaba acostumbrada y de demostrarle al país la alegría que genera nuestro tan querido tunga tunga.