En los más de 77 años que tiene de historia el género, los bailes de cuarteto fueron cambiando y también las formas de vestir de los bailarines, a quienes antes se les exigía asistir de manera formal.
Para los que no vivieron esa época, Emeterio Farías recordó esas costumbres: "Había bailes muy pitucos, que si no venías de saco y corbata no entrabas. En los míos yo no dejaba entrar a la gente al baile si iban de zapatillas, hoy en día nos c... de hambre".
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Para ilustrar, el empresario puso como ejemplo una anécdota que le sucedió con una importante figura del deporte argentino.
"Recién empezaban los (campeonatos) nacionales. Llegaba el avión con los jugadores de Buenos Aires y picaban todos para el baile Palermo de San Vicente. Iba la Gata Olmedo y varios muchachos de esa época", explicó en diálogo con Bruno Espinosa, en Radio Suquía. "Un día viene toda esa barra y pasa uno de zapatillas y yo le digo 'ese muchacho de zapatillas no entra'. Yo me puse brígido en la puerta", continuó.
Según recuerda, el "muchacho" no le dijo nada y se quedó a un costado, apoyado contra un árbol. Pero la sorpresa fue de él cuando se enteró que a quien había dejado afuera era a Mario Alberto Kempes. "Viene el portero, que era enfermo de Instituto y me dice, Farías, búsquese un portero porque si no entra el grandote yo me voy", le dijo.
"Perdóneme, ¿Quién es ese?", le respondió. Ante la respuesta: "Este es el goleador que trajimos", lo fue a buscar y lo dejó pasar.
Más tarde, se encontró con el jugador y le recordó lo que había pasado: “Lo hablé con él, le conté y me dijo ´si hoy me pasaba hubiera hecho lo mismo´”, cerró la anécdota Emeterio remarcando la humildad del campeón.