Para la gran mayoría de sus fanáticos, Gary no dejó descendencia en esta tierra. Sin embargo, a casi 19 años de su muerte, sale a la luz la historia de Chiara Dalila Fuentes, su única hija.
En 1990, Gary se aleja de Trulalá para iniciar su carrera como solista. A pesar del éxito cosechado en la banda de Manolo, como ocurrió con muchos ex Trula, no le fue fácil iniciar este camino por su cuenta. De la mano de su hermano Eduardo y su pareja, comienza a recorrer el país realizando bailes a pulmón.
+ MIRÁ MÁS: El Amboy de Gary.
Es en este contexto en el que el cantante conoce en un baile de 1991 a Natacha, una fanática de Villa María con la que inició una relación. Durante varios años, salieron juntos.
Fruto de este amor que más tarde se convertiría en amistad, en 1997 nació Chiara Dalila. A pesar de que ya no estaban juntos y el cantante había decidido continuar su vida con su pareja, su mamá nunca le ocultó quién era su papá.
+ Informe especial: "La hija del Ángel"
“Siempre supe que era hija de Gary, aunque no estaba con él”, confirma Chiara en diálogo con Cuarteteando, desde el Amboy natal de su padre.
El cantante nunca tuvo hijos propios con Carina Favatta, por lo que, según afirma su hermano Eduardo, la idea de paternidad no le disgustaba. “Él deseaba fervientemente que fuera su hija, estaba convencido de que era de él”, asegura.
+ GALERÍA DE FOTOS: Chiara, la hija del Ángel
Días antes de realizarse el ADN, Gary muere de manera súbita y repentina, a los 39 años y durmiendo tranquilo en su casa. Su cuerpo fue rápidamente cremado. El examen ya no era posible con su cuerpo, por lo que el juicio de filiación continuó por otro lado. El juez dictó sentencia para que el examen se realice con Mimí, la madre de Gary, pero la justicia llegó tarde y la notificación un año y medio después, cuando ella ya había fallecido. Finalmente, el examen se hizo cuando Chiara ya tenía siete años.
+ MIRÁ MÁS: Expediente cuarteto: El show de Gary en el Teatro Comedia.
Desde ese momento, comenzó a ser parte de los Fuentes, una familia numerosa que tiene sus raíces en Amboy pero que está distribuída por toda la provincia. “Como artista ha sido excepcional, pero a mí, lo mejor que me dejó mi hermano es Chiara”, reconoce Eduardo.
Hace seis meses comenzó a estudiar canto, y aunque todavía no se anima a hacerlo en público, quienes la escucharon aseguran que tiene la misma voz que su padre. Y ella sueña con homenajearlo.
Hace 19 años que Gary ya no está. Para sus fanáticos, los que lo vieron en el escenario, los que lo siguieron a todos lados, será siempre "el Ángel", esa voz única que algunos consideran de las mejores que tuvo el cuarteto.
Para Chiara siempre será su papá, al que nunca conoció, pero que gracias al apoyo de su familia y el legado que dejó con su música, aunque no esté, cada día conoce un poquito más.