Cuando un artista sale a las tablas y se presenta frente a su público, hay muchas fuerzas invisibles que trabajan detrás de escena para que se produzca la llamada "magia". Y una de estas piezas claves es el sonido.
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Por eso en la previa del Streaming de la Mona Jiménez, hablamos con Ramón Lescano, su sonidista y compañero desde hace 36 años, el encargado de hacer que cada canción suene a la perfección y que las sientas en el pecho.
1 - Sus comienzos con la Mona
Ramón llegó a Jiménez gracias a un vecino de Barrio Talleres que le hacía sonido en el Cuarteto de Oro y él lo acompañaba. A su lado, aprendió el oficio de ser sonidista, primero como ayudante, después siendo sonidista de monitoreo, es decir, lo que escucha la Mona y cada uno de sus músicos mientras dura el show, y después como técnico de sonido principal y responsable de lo que casa asistente escucha durante el baile.
En el año 1984, Jiménez debutó como solista , pero él no pudo estar presente porque dos días antes lo mandaron a hacer la colimba.
2 - Cosquín
En la noche del miércoles 27 de enero de 1988, un hecho cambiaría para siempre la carrera de la Mona Jiménez. El cantante fue convocado por primera vez al Festival Nacional de Folklore de Cosquín, un hecho histórico para la música de Córdoba, que comenzaba a ser aceptada como parte del folcklore popular.
"Jiménez tenía miedo, de cómo lo iba a recibir la gente por lo que significaba Cosquín", cuenta su sonidista sobre las horas previas. Pero el grupo sólo pudo cumplir con cuatro temas. En medio del show, los seguidores desbordaron la plaza y se generaron incidentes entre el público, con heridos y varios detenidos.
Eso cuenta la crónica de los medios en esa época, pero Ramón lo vio muy distinto: "No es como lo hicieron, que hubo heridos, lo hizo muy grande la prensa", explicó, y siguió: "Él cuando ve el desborde de la gente, que vio que había chicos , familias enteras, dijo 'no paremos, vamonos para que no nos traten de indios' y la gente se calmó y se fue cada uno por su lado. Quedó la plaza vacía".
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"Éstaba mal. Al otro día fuimos a un baile y le dije, Juana, no se haga problema, esto capaz es constructivo. Ojalá me dice, pero viste como está Carlos, medio bajoneado", recuerda.
Y tan constructivo fue, que con tan solo unos pocos minutos sobre el escenario, fueron más que suficientes para lanzar su carrera artística para todo el país, proclamando a los cuatro vientos a la música de cuarteto como folklore nacional.
3 - La gira al sur
La primera gira de la Mona Jiménez por el sur, cientos de kilómetros recorridos en colectivo de Río Grande a Ushuaia. Mientras iban por la ruta, comenzó a nevar y todos se bajaron a hacer guerra de nieve: "Era un bando contra otro, fue la primera vez que veíamos la nieve, decíamos esta era la famosa nieve", recuerda.
4 - No era ahí
En los 90, la tecnología y las comunicaciones no eran lo mismo que hoy. Una vez, alguien anotó mal el nombre de un pueblo y llegaron a dar un show a un lugar donde nadie los esperaba.
5 - El Lollapalooza
Sin dudas, este fue uno de los últimos grandes hitos en la carrrera del cordobés. Un festival multitudinario, que les dio una sorpresa que no esperaban: "No habíamos tomado dimensión de lo que era, pensábamos que ibamos al festival de la sandía, al del cabrito. Llegamos como siempre, bajamos los instrumentos y nos dijeron 'no toquen nada'. Pero nosotros nos pusimos a ayudarlos y ellos no podían creer", explica. Ramón recuerda la sorpresa que expresó el técnico encargado cuando, en la prueba de sonido, él llegó con su pen drive con la maqueta armada lista para el show y en unos pocos minutos ya había preparado todo.
¿Cual es la magia del sonido de La Mona Jiménez?
- Hacer que el bafle, además del cantante, te haga bailar.
