Aparentemente, la mayoría de la gente ha usado mal el desodorante desde siempre. Y uno de los motivos es que nadie cree que haya que buscar instrucciones para hacerlo, y ni siquiera hay indicaciones en los envases. En un artículo publicado por el diario español El Mundo, la Sociedad Internacional contra la Hiperhidrosis, afirma que aplicarse el desodorante después de bañarse a la mañana, antes de salir a trabajar, es una forma incorrecta de hacerlo.
¿Cuál sería la correcta?
Para que el producto sea realmente efectivo hay que aplicar los antitranspirantes por la noche y con la piel totalmente seca, lo que permite una mayor penetración. Para ello recomiendan frotar la axila con una toalla limpia y seca antes de ponerse el desodorante y tirarse a dormir.
Así se contarán con unas 8 horas para “viajar” hasta el lugar a donde está el problema y neutralizarlo. Además, explica que no habría problema con una ducha matinal, ya que aunque arrastre algunos residuos de la superficie de la piel, muchos milímetros más abajo el conflicto estará contenido y así debería permanecer durante las 24 horas que promete el desodorante.
“Al dormir confluyen dos circunstancias: la producción de sudor baja a su mínimo y la axila está completamente seca, algo casi imposible después de la ducha, ya que la piel siempre queda ligeramente húmeda”, explica la doctora Vanessa Giraldo, miembro de la Academia Europea de Dermatología y Venereología.
¿ Cómo actúan?
“Los productos antisudorales actúan introduciendo elementos, como las sales de aluminio, en las entradas a los conductos de las glándulas sudoríparas. Una vez ahí, forman cristales que taponan parte de los poros”, explican los doctores David M. Pariser y Angela Ballard, del Departamento de Dermatología de la Escuela de Medicina de Virginia Oriental, en su estudio Topical Therapies in Hyperhidrosis Care. Y el cuerpo deja de producir sudor en cuanto detecta ese atasco.