Kylie Rose Engelhardt salió de su casa en Wisconsin, Estados Unidos, y se dio con una perra atada a la boca de incendio. Tenía una mochila llena de juguetes, golosinas, comida y una nota.
“Hice lo mejor que pude. Confía en mí, también me rompe el corazón”, decía junto al nombre: Baby Girl.
La mujer que la encontró avisó a la Sociedad Protectora de Animales de Wisconsin para que la cuiden. La trasladaron a una veterinaria y descubrieron que tenía mellits, una diabetes canina que genera problemas en la sangre.
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El veterinario aseguró que tiene un costoso tratamiento por lo que concluyeron en que esa fue la razón del abandono. Luego de esto, la exdueña se comunicó con la sociedad protectora y confirmó la sospecha. Además, contó que se sometía a sesiones de quimioterapia y ni siquiera tenía una casa para dejar a la perra mientras no estaba.
Debido a que la historia se viralizó, la entidad emitió un comunicado para contar la situación: “En primer lugar, lamentamos mucho que haya tenido que separarse de su mejor amigo. Es evidente cuánto la amaba y podemos ver que hizo lo mejor que pudo mientras luchaba con sus propias complicaciones médicas y desafíos de la vida”, expresaron. También agregaron que el barrio en el que dejó a Baby Girl era muy transitado, por lo que alguien la encontraría.
Final feliz
Baby Girl fue adoptada días después. La Sociedad Protectora de Wisconsin encontró una familia que puede pagar los costos del tratamiento de la perra.