La escena de alto voltaje ocurrió en los asientos de un avión de la empresa Delta Air Lines. En medio del trayecto de cuatro horas de duración, una mujer de 48 años y un joven de 28 no se pudieron contener y desataron todas sus fantasías eróticas, en la oscuridad de la pequeña cabina presurizada. Más tarde se supo que no se conocían y actuaron con total desparpajo.
El resto de los viajeros que viajaban en los asientos continuos se limitaron a hacer "la vista gorda" y trataron de mirar para otro lado. Sin embargo, el acto no pasó desapercibido para la tripulación que tomó nota. Al aterrizar en el aeropuerto de Detroit, aparecieron los uniformados y a los "enamorados" los hicieron bajar por la puerta trasera.
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El caso llegó a los medios de comunicación que rápidamente se hicieron eco de la insólita historia hot. Muchos fueron los que recibieron citaciones judiciales. Mientras tanto, a los protagonistas terminaron tras las rejas.
En el caso interviene directamente el FBI porque cualquier incidente que ocurre en el aire es de competencia federal. La justicia determinará si se trató de un falta simple o un delito criminal.