La pareja se hizo conocida por el video que se difundió donde eran trasladados por las calles de Kenia al hospital para ser separados.
El hombre engañado contó en un medio keniano, The Star, que usó una especie de medicamento para que los amantes se quedaran “enganchados”.
La poción que compró le costó 3.000 chelines kenianos (28 euros) y los amantes estuvieron tres horas pegados y debieron acudir a un segundo curandero para que los separen.
El medicamento usado le ocasionó consecuencias negativas a la mujer, incluyendo espasmos musculares e infección vaginal y urinaria.