La historia de la humanidad es evolución. Y, por supuesto, el ser humano seguirá evolucionando. Pero uno de los aspectos que más llaman la atención es poder saber cómo será el rostro a medida que pasen los años.
Según pudo saber Clarín, expertos de todo el mundo a través de sus investigaciones pueden anticipar esa respuesta. De hecho, explicaron que los rasgos faciales fueron cambiando de intimidantes, cuando los humanos competían entre sí, a un rostro como el actual que “es más apropiado para llevarse bien con los semejantes”, afirmó Penny Spikins, arqueóloga paleolítica de la Universidad de York.
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Además, los científicos aseguraron que uno de los grandes cambios de la cara tiene relación con el tamaño del cerebro, que también va evolucionando. Mientras que otro importante rasgo que define cómo se modifica el cuerpo humano es la dieta, lo que comemos.
También explicaron cómo fue cambiando el rostro humano en relación al ancestro común que, según la teoría evolutiva, es el chimpancé, desde miles de años: “Los principales cambios incluyen una cresta de la frente reducida, frente aplanada, bozal y mentón menos pronunciados”.
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El rostro en el futuro
Según Paul Palmqvist, de la Universidad de Málaga, la evolución actual que tiene el rostro humano va camino a retener características juveniles aún en la adultez. “Llevaría a una cara más reducida, con órbitas oculares proporcionalmente mayores, un mentón de menores dimensiones y una bóveda craneal más globular y desarrollada”.
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De hecho, la muela de juicio es un ejemplo de evolución. Los humanos, al pasar miles y miles de años, fueron teniendo menos espacio para esa pieza dental: por eso al salir desplaza al resto de los dientes.
La cara seguirá evolucionando porque juega un papel clave en la vida del ser humano, aunque también en los rasgos hay mucho de identidad individual. Por lo que los rostros, a pesar de que evolucionen, seguirán siendo variados.