Paredes, vidrios, otros aparatos...los enemigos de la señal de WiFi en nuestros hogares son variados y pueden traernos más de un dolor de cabeza cuando intentamos navegar desde el patio o tirados en el sillón.
Para evitarlos, te damos los siguientes consejos prácticos y fáciles de aplicar:
- Colocar el router en un lugar despejado y alto.
- Ponerlo en el lugar central del hogar o cerca de donde nos conectemos habitualmente.
- No encerrarlo: nunca dejarlo en un cajón o bloquearlo con otros objetos (por ejemplo, los libros de una estantería)
- Mantenerlo lejos de aparatos que emitan señales inalámbricas (microondas, teléfonos inalámbricos) o superficies que generen reflejos (peceras, floreros, espejos).