Comerse las uñas es un mal hábito que muchas personas cometen, ya sea por ansiedad, nerviosismo u otros factores. Lo cierto es que todos desconocen que eso puede causar graves consecuencias, sobre todo si se vuelve un abuso cotidiano.
+ MIRÁ MÁS: Científicos aseguran que así será el rostro humano en el futuro
Como el caso de Courtney Whithorn, una joven estudiante australiana de 20 años, que sufrió la amputación de su dedo pulgar de su mano derecha. Con el tiempo, la piel se le puso negra y de manera frecuente sangraba por una herida que se le abrió.
Sin embargo, jamás buscó ayuda. Por vergüenza, ocultaba lo que le pasaba usando uñas postizas. Los médicos le diagnosticaron cáncer, luego de desarrollar un melanoma subungueo lentiginoso acral. A pesar de las cirugías y los tratamientos a los que se sometió, los médicos tomaron la dramática decisión de amputárselo.
+ MIRÁ MÁS: Ofrecen trabajo de “acariciador de gatos”
Las fotos de cómo había quedado su dedo se viralizaron en las redes sociales luego de que Courtney compartiera su historia en Facebook. La realidad es que la imagen genera un poco de asco y, claramente, no es apta para impresionables.