Mariela todavía está procesando lo que acaba de vivir. La semana pasada tomó la difícil decisión de dar en adopción a su mascota, Roma, una chanchita minipig de tres años. Confió su cuidado a Facundo Medina pero sospecha que lejos de hacerse cargo del animal el hombre la mató y se la comió.
Según comentó a Clarín, tuvo que entregar al puerco porque ya no se podía hacer cargo de sus cuidados. Medina la contactó y le dijo que quería regalársela a sus hijas. Acordaron el encuentro en su casa de General Pacheco (Buenos Aires) y se la llevó.
Todo parecía en orden hasta que, un par de días más tarde, se viralizó un mensaje enviado a un grupo de WhatsApp de minipigs. Allí una persona contaba que a un conocido le dieron una chancha en adopción y la hizo a la parrilla.
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Desesperada, Mariela llamó a Medina quien le dijo que no la podía tener más y que se la había dado a otra persona. Pero reconoció que la chancha "no estaba más en este plano".
"Intenté comunicarme para ver cómo estaba en su nueva casa, que me manden fotos y después me enteré de esto por el grupo", relató la dueña. Y se lamentó: "Me quiero matar. No lo puedo creer. Es muy cruel, me siento muy mal".
Al ser consultado, Medina dijo no tener nada que ver con el caso. Sin embargo, cabe señalar que posteó una foto con Roma en su cuenta de Instagram. El hombre ya fue denunciado penalmente.
El denunciado aseguró que se contactó con un estudio de abogados especializado en delitos informáticos que "está accionando en el caso en contra de todas las amenazas informáticas" que están recibiendo él y su familia.