Los observadores rastrearon el raro temblor y lo ubicaron en una pequeña, pero poderosa y lejana tormenta en el Atlántico norte, entre Groenlandia e Islandia. El fenómeno fue ganando poder a medida que aumentó la presión atmosférica.
El registro sorprendió al mundo científico, porque es la primera vez que logran observar este tipo de ondas.
La noticia fue publicada en la revista Science. Según los expertos, podría ayudar a conocer mejor las estructuras cercanas al centro de la tierra. No descartan que sirva para detectar terremotos y tormentas oceánicas.
Las ondas S también se conocen como microsismos o temblores muy ligeros.
La otras ondas detectadas hasta ahora, son las P. Estas son bien percibidas por los animales y las estudian en los grandes huracanes.
Los científicos del Instituto Nacional para la Investigación de la Ciencia de la Tierra y Prevención de Desastres, en el distrito japonés de Chugoku, utilizaron más de 200 estaciones operadas por los investigadores Kiwamu Nishida y Ryota Takagi .