Otra vez, los más chicos dan una lección emocionante a los problemas que ocurren entre los grandes. Esta historia ocurrió en Kentucky, Estados Unidos, pero se viralizó y llegó a todo el mundo.
¿Qué pasó? Jax, un nene de cinco años, estaba por cortarse el pelo y le propuso a su mamá un corte: quería raparse para parecerse a su amigo Reddy. El objetivo era travieso: con las dos cabezas rapadas, el profesor de su jardín no iba a poder distinguirlos y se confundiría.
Lo que no tuvieron en cuenta los nenes fue su color de piel: Jax es blanco y Reddy negro. Su mamá, Lydia, tomó la ocurrencia como un ejemplo anti-racista. “Si esto no prueba que el odio y el prejuicio es algo que se aprende, no sé qué puede hacerlo", reflexionó, y concluyó: "La única diferencia que Jax ve en los dos es su pelo”.
Al subir la historia a Facebook, la mamá logró 90 mil compartidas y 174 mil "Me Gusta". Además, la cadena estadounidense de TV ABC acompañó a los chicos a la peluquería para realizar un informe especial.