Argentina pagaría gran parte de su deuda externa, miles y miles de personas saldrían de la pobreza y otros tantos tendrían, al fin, una vivienda digna. Todo eso y mucho más podría hacerse con la montaña de dinero que requerirá la construcción de la central nuclear de Hinkley Point, en el sur de Inglaterra.
Greenpeace fue una de las primeras organizaciones que se opone a la construcción. "Hinkley será el objeto más costoso de la Tierra. Algunos cálculos dicen que su precio sobrepasará los 35.000 millones de dólares", denunció la organización al conocer el proyecto.

"Con esa suma se podría construir un pequeño bosque lleno de Burj Khalifas, el edificio más alto del mundo, en Dubái, que costó 1500 millones de dólares", describió un informe de la BBC de Londres. Otro ejemplo grafica el enorme gasto para crear energía con uranio: podrían ensamblarse más de 110 kilómetros de un acelerador de partículas como "la Máquina de Dios", que solo tiene 27 kilómetros entre Francia y Suiza y costó 5.800 millones.

"Las plantas de energía nuclear son los equipos más complicados que construimos. El costo de las plantas nucleares ha aumentado a través de la historia debido a los accidentes que han ocurrido, porque son diseñadas con medidas para afrontar riesgos", justicó Steve Thomas, profesor de política energética de la Universidad de Greenwich.
