Una pareja de Escocia celebró su primer aniversario y su novio Terry le regaló un collar de madera hecho por él mismo.
El regalo tenía una estructura de madera y un pedazo de caracol marino en el centro. Pero lo que Anna no sabía era el secreto que escondía el regalo.
Por un año llevó colgado el collar y recién cuando hicieron un viaje a Smoo Cave, un lugar en el norte de Escocia, Terry le pidió el collar a su novia.
En el camino a la cueva, el hombre se arrodilló, abrió el collar y adentro había un anillo de compromiso.
Cuando Anna salió de su asombro, pronunció un indudable "sí" a la propuesta de casamiento.
"¿Ha estado metido todo este tiempo en el collar? ¡Lo podría haber perdido!", afirmó la chica entre risas.
"Queremos comprar una casa con terreno para celebrar nuestra boda allí con nuestros amigos y familia, en un ambiente relajado que pensamos que va con nosotros", explicó Terry. Ahora, gracias a su original propuesta, su historia es conocida por todo el mundo.