El estudio determinó que, cuanto más procesado esté el alimento, más asociado queda a comportamientos adictivos.
Tres elementos hacen que una comida se vuelva un vicio: alto nivel glicémico, agregado de grasas saturadas y presencia de carbohidratos refinados (harinas o azúcares).
Todo esto, al ser absorbido por el organismo, genera el mismo efecto que una droga, pero por supuesto, que el efecto es muchísimo menor, solo es comparable en la forma de absorción y en el resultado a nivel cerebral.
El alimento que encabeza la lista es la pizza y una parte importante de la adicción es responsabilidad del queso.
Los derivados de la leche, incluyendo el queso, contienen caseína, una proteína que, al ser digerida, libera casomorfina, un opioide que dispara a nivel la respuesta neurológica asociada a las adicciones.
De todos modos, el estudio de la Universidad de Michigan es terminante en cuanto a que, a mayor procesamiento del alimento, mayor es la respuesta adictiva del organismo.