La historia de Khalil Rafati es digna de ser contada. En el 2001 vivía en la calle, era drogadicto y una sobredosis de heroína casi lo mata. Hasta terminó en la cárcel, donde pasó dos años. Hoy, en cambio, es un millonario hombre de negocios gracias al éxito que consiguió a través de una empresa de jugos muy particulares que creó.
Su historia está publicada en el libro I forgot to die (Me olvidé de morir) y con ella pretende ayudar a las personas que puedan estar pasando una situación similar. “Yo toqué el fondo de los fondos, no podía llegar más abajo”, comentó el protagonista de 46 años, en una entrevista publicada en The New York Times.
Khalil recordó que en 2003 fue cuando peor la pasó. Con 33 años, pesaba 49 kilos y su vida era una perdición por la cocaína y la heroína. "Me sentía siempre agotado, sin energía. La depresión era diaria, no podía salir". Se mudó a Los Ángeles adonde se dedicó al negocio de los autos, pero las adicciones lo hicieron perder todo.
Pero se esforzó para salir de ese infierno y cambiar su vida por completo. Y cuenta que lo consiguió gracias a un viejo amigo que lo ayudó a alejarse de las drogas. Primero fundó Riviera, un centro para drogadictos y alcohólicos. Y lo que ocurrió después fue clave: otro amigo lo introdujo en el mundo de los “zumos y superalimentos” y él comenzó a hacer sus propios batidos. "Los hacía para fortalecer a los pacientes, así les daba un poco de la fuerza que tanto necesitaban", destacó.
Pero los batidos no solo eran excelentes para sus pacientes, eran tan ricos que la gente en Malibú comenzó a comprarlos. "Así que mucha gente iba al centro de recuperación solo para disfrutar de uno de mis batidos", celebró. Lo que siguió al éxito de los jugos y batidos fue el pedido de un préstamo bancario para abrir su propio negocio hasta llegar a tener una cadena ,SunLife Organics, con seis locales en Los Ángeles.
Hoy, sus locales son atendidos por personas que están en la situación por la que pasó Khalil. Los contrata porque dice que así los ayuda a salir del mundo de las drogas, una oportunidad que él tuvo y supo aprovechar.