El insólito hecho ocurrió en Austria y abrió un nuevo debate sobre los límites en las redes sociales. Una adolescente de 18 años demandó a sus padres por las 500 fotos de su infancia compartidas en Facebook.
Las imágenes la avergonzaron y, ante la insistencia para que las borraran, decidió llevarlos a juicio para resguardar su privacidad. “Estoy cansada de no ser tomada en serio por mis padres”, sostuvo la joven que prefiere mantenerse en el anonimato.
En 2009 sus progenitores empezaron a publicarlas, donde se la puede ver haciendo sus necesidades en una pelela, como así también cuando le cambiaban el pañal. El abogado de la víctima sostuvo que si gana, las cosas podrían cambiar y sentaría un precedente.
“No conocen la vergüenza o los limites. Todas las etapas de mi niñez fotografiadas y ahora hechas públicas”, sentenció la chica.