La historia de Ari Nagel es conocida pero volvió a tomar relevancia en los últimas días. El estadounidense de 45 años es conocido en varios países del mundo como "Sperminator", ya que trabaja como inseminador profesional.
Nagel comenzó en esta labor en 2008, con el objetivo de ayudar a una chica y a partir de ahí inició la cuenta de hijos nacidos gracias a su esperma. Hasta el momento es padre de 85 niños y actualmente hay otras 20 mujeres se encuentran embarazadas de él.
Aunque parezca extraño, el estadounidense se mantiene en contacto con sus hijos, ya sea en persona (las madres cubren gastos de viaje) o de manera remota. “En agosto de 2018 una mamá afroamericana dio a luz a un bebé mío en la cárcel, días después nació uno en Taiwán y otros dos en Israel: todos tienen la misma edad y yo soy el padre, pero uno es negro, otro chino y dos blancos. Uno es católico, otro budista y otros judíos. Cada uno en un continente distinto”, afirmó.
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El problema por el que surgió nuevamente su nombre es que este oficio no lo puede realizar en Israel porque puede ser detenido. El país asiático prohibió que Nagel continúe donando su esperma en el territorio. De acuerdo a la ley del país, las mujeres solo puedes usar esperma donado si se hace de forma anónima y hay un límite en la cantidad de donaciones que se pueden hacer.
“Mi corazón me dice que continúe. Sé y siento que hago lo correcto. Si lo que hiciera estuviera mal, no se sentiría tan bien”, comentó él, orgulloso por su trabajo.