Una insólita situación se produjo en las últimas horas en la localidad de San Vicente, en Misiones. Una familia viajó en febrero a Buenos Aires por cuestiones laborales y quedó varada por la pandemia del coronavirus. Cuando quisieron regresar a su hogar se encontraron con que el terreno estaba completamente vacío.
Así de extraño fue: solo quedaba la huella de una construcción desarmada, un terreno delimitado por un cerco perimetral, los pilares de madera incrustados en el piso, el fango rojo de la tierra misionera y la vegetación predominante.
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Alexis De Matos, de 18 años, aceptó una oferta laboral en el verano y viajó hacia Buenos Aires con su esposa y su bebé de siete meses. Su casa de madera en San Vicente ya no estaba. La aparición de una testigo poco después derivó en una ampliación de la denuncia, ya que la vecina aseguró haber visto semanas atrás cómo se la llevaban en un camión de fletes. Sin embargo, aclaró, no le llamó la atención en ese momento porque la propiedad estaba en venta hace meses y supuso que la habían vendido.
Siguiendo esa pista, la policía dio con los dos fleteros señalados por la mujer, Julio Machado Sosa, de 22 años, y Juan Trindades, de 18. Uno de los jóvenes acusados sostuvo que le había comprado la casa al denunciante por 15 mil pesos y que con ese dinero De Matos y su familia había podido viajar a Buenos Aires.
La operación a la que hizo referencia se había hecho sin ningún contrato, por lo que el fletero presentó a su vez una denuncia por "estafa" contra De Matos, el dueño de la casa. Ahora, ambos se encuentran bajo investigación.