Este jueves despegará en Guayana Francesa la sonda Juice, iniciando su largo camino rumbo a Júpiter, el mayor planeta del sistema solar, situado a 628 millones de kilómetros de la Tierra.
Desde la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés), líder del proyecto, este "es uno de los objetos espaciales más complejos jamás enviados hacia el sistema solar externo".
"Las condiciones meteorológicas son buenas", anunció con optimismo el centro espacial guayanés, ya que una misión de estas características depende de múltiples factores más allá de la tecnología, para ser exitosas.
Desarrollada por la fábrica de aviones Airbus, Juice es resistente a las temperaturas extremadamente bajas de esa zona y cuenta con inmensos paneles solares para conservar energía en un ambiente donde la luz del sol es 25 veces más débil que en nuestro planeta.
Se espera un viaje complejo porque no es posible alcanzar Júpiter a través de una trayectoria directa. La sonda tendrá que realizar complicadas maniobras que consisten en utilizar la fuerza de atracción de otros planetas como una catapulta para ir cambiando de rumbo ya que el espacio presenta múltiples obstáculos. Su llegada está prevista para julio de 2031.
Júpiter tiene "todos los ingredientes de un minisistema solar", dicen fuentes de la ESA. Explorar a este gigante facilitará la comprensión sobre nuestro sistema solar, la formación de los planetas, y tratará de responder finalmente a la pregunta: ¿Estamos solos en el universo?.
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Sin embargo, Juice no busca encontrar vida, sino medioambientes propicios para su aparición. Esto porque si bien Júpiter es un planeta gaseoso inhabitable, sus lunas Ganimedes y Europa tienen océanos de agua líquida bajo su superficie de hielo.
Ganimedes, el satélite del sistema solar que dispone de su propio campo magnético para protegerlo de las radiaciones, recibiría la visita de la sonda recién en 2034.
Europa sería alcanzada por una futura misión de la Nasa.