La queja circuló por las redes sociales y llegó a las autoridades de Malasia. El Senador Hanafi Mamat atendió el reclamo y expresó que la vestimenta “podría excitar a los pasajeros”.
La ciudadana de Nueva Zelanda contó que vio la blusa abierta de la asistente. “Vi la parte superior de sus pechos. Me quejé y le pedí que cierre su uniforme, ya que se inclinaba sobre nosotros", recordó.
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Pero no se quedó con sólo esa escena. También observó las faldas. “También le vi su ropa interior. Me pregunto cómo es que un país tan respetuoso tolera esto. Una de las cosas que nos gusta de Malasia es que sus mujeres no se visten como prostitutas y la gente es respetuosa", disparó.
La quejosa pasajera es la doctora June Robertson que además confesó sentirse perturbada. "Estoy muy ofendida. Me parece muy desagradable”, agregó.
La carta fue divulgada por el Malaysian Digest y el senador malasio expresó su reprobación del uniforme abriendo un polémico debate.