Muchas adolescentes comienzan a tener problemas cuando ven que su cuerpo va cambiando. Se vuelven obsesivas con los talles, dejan de alimentarse correctamente y muchas veces terminan enfermándose porque el espejo no les devuelve la imagen que buscan.
Pero la historia de Angelica Kenova tiene un detrás muy oscuro. La joven de 26 años vive completamente aislada del mundo culpa de sus padres, quienes la obligan a parecerse a la famosa muñeca. Por eso la conocen como la “Barbie rusa”.
Desde que comenzó su pubertad, sus progenitores la controlan todo el tiempo: su dieta, ropa, tiempo libre y hasta la vida sentimental. Además, la obligan a realizarse cirugías para que su cuerpo sea cada vez más igual al famoso juguete.
Kenova parece una muñeca de porcelana: pesa casi 40 kilos y su cintura mide 50 centímetros. Ella sueña con ser modelo, bailarina de ballet y psicóloga infantil. A pesar de la decisión de sus padres, se siente orgullosa de que la comparen con Barbie: “Es ícono y modelo a seguir de muchas niñas, así que estoy agradecida de que para mí sea algo natural”.