Lo primero que uno piensa al verla caminar por la calle, es que sufre ese maldito trastorno alimenticio por el que suelen atravesar los jóvenes que no se sienten a gusto con su cuerpo: la anorexia.
Sin embargo, ella aseguró en un relato desgarrador que “no es anoréxica”, sino que padece una extraña enfermedad que le impide comer. Contó que sufre un dolor insoportable cuando se alimenta: “El dolor es irreal y todo lo que entra en el estómago es como si fuese a explotar”.
Kody Feragen, de 21 años, oriunda de Utah en Estados Unidos, fue diagnosticada con arteria mesentérica superior, que le hizo perder muchos kilos: hoy pesa menos de 40. En el verano pasado, perdió cinco kilos en tan sólo tres días.
"Es muy duro, me siento e intento comer. Estoy débil todo el tiempo", asegura muy dolida. Por esta razón, la única solución es una sonda para que pueda recibir los alimentos directamente. Además, sufre porque está “incómoda con su delgadez” y mucha gente la juzga sin saber de su problema.